La sexta de la poesía. El más reciente de los clásicos, Tomás Segovia, y el fervor intimista de Gioconda Belli en las voces preciosas de Magda y Mónica Gutiérrez.
Nos vemos este viernes 25 de mayo a las 8:45pm en LA CASA DEL ÁRBOL (Aldama 520, entre JI Ramón y 15 de mayo) La entrada es a todo público con -aunque voluntaria- cooperación; llega con lo que tú vayas a comer o beber. Si te gusta promover la lectura, agradecemos tu asistencia y que compartas este evento entre tus contactos para que la poesía sea conocida por más.
De tan poco que pesas mi suelo se construye
Aun estando tú lejos el amor me rodea
Aunque duerma sin ti duermo en tu lecho
No tengo yo tu amor por él avanzo
En él se pone triste esta tristeza
De tan poco que pesas es tuyo todo el suelo
Tu amor tan fácil de llevar me empuja
Tus delicados labios gobiernan hondas zonas
De quién somos si tú te llamas mía
Fue hecho para ti este ser que tus manos
tan seguras de qué tocaban han tocado
Aun estando tú lejos el amor me rodea
Aunque duerma sin ti duermo en tu lecho
No tengo yo tu amor por él avanzo
En él se pone triste esta tristeza
De tan poco que pesas es tuyo todo el suelo
Tu amor tan fácil de llevar me empuja
Tus delicados labios gobiernan hondas zonas
De quién somos si tú te llamas mía
Fue hecho para ti este ser que tus manos
tan seguras de qué tocaban han tocado
Tomás SEGOVIA, de “Sentencias Amorosas” en Anagnórisis.
º
º
Déjame que esparza
manzanas en tu sexo
néctares de mango
carne de fresas;
manzanas en tu sexo
néctares de mango
carne de fresas;
Tu cuerpo son todas las frutas.
Te abrazo y corren las mandarinas;
te beso y todas las uvas sueltan
el vino oculto de su corazón
sobre mi boca.
Mi lengua siente en tus brazos
el zumo dulce de las naranjas
y en tus piernas el promegranate
esconde sus semillas incitantes.
te beso y todas las uvas sueltan
el vino oculto de su corazón
sobre mi boca.
Mi lengua siente en tus brazos
el zumo dulce de las naranjas
y en tus piernas el promegranate
esconde sus semillas incitantes.
Déjame que coseche los frutos de agua
que sudan en tus poros:
que sudan en tus poros:
Mi hombre de limones y duraznos,
dame a beber fuentes de melocotones y bananos
racimos de cerezas.
dame a beber fuentes de melocotones y bananos
racimos de cerezas.
Tu cuerpo es el paraíso perdido
del que nunca jamás ningún Dios
podrá expulsarme.
del que nunca jamás ningún Dios
podrá expulsarme.
Gioconda BELLI, “Amor de frutas”.
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