***
una muerte digna
murmuraba leroy parker,
revuelto su cabello,
pálido el rostro por el claro de luna,
una muerte solitaria, decía,
nacer y morir,
nacer y morir,
00000000000000000000solamente.
pero leroy parker no era viejo
nunca sus cabellos se atiesaron
en las sulfurosas tormentas de dodge city,
jamás de sus manos enjugó la sangre
de hombre alguno,
nunca
el pecho desbocado
el ansia en la garganta
el negro vapor
la pesadumbre del hierro,
jamás
el galope el corazón turbio
la helada inmensidad de la patagónica estepa.
una muerte digna
y solitaria
confesaba leroy parker,
pero leroy no era viejo
y nunca la muerte fue tan roja como la sangre
ni blanca como los colmillos del lobo
ni absurda
ni grotesca
00000000000000como como la vida de los hombres.
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2.08.2010
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