1.28.2009

spleen

***

Temo vivir lo que no entiendo, quiero siempre tener la garantía de,
al menos, pensar que entiendo, no sé entregarme a la desorientación.
La pasión según G.H.



que amaba
tanto mi tristeza
y le sonreía
estúpidamente
a la inhumana
hermosura
del
desasosiego.


recuerdo un ácido
perfume sobre las calles,

no entiendo,

no necesito comprender
ya nada.

(y los ladridos de los perros
al amanecer,

distante,

me avergüenzan las luces
de una ciudad que se extermina)


valía la pena haber vivido sin miedo.

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