***
como el ciego que llora contra un sol implacable
me obstino en ver la luz por mis ojos vacíos
quemados para siempre.
de qué me sirve el rayo
que escribe por mi mano, de qué el fuego,
lo
hondo
de lo hondo,
¿de qué el Mundo?
¿de qué el cuerpo, este cuerpo que me obliga a comer,
a dormir, a gozar, a me desesperar,
a palpar los placeres en la sombra
de la sombra?
8.31.2009
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