***
toco tus manos,
beso esa tierra seca
a la que casi nada tengo
qué decirle.
madre,
terminaremos así,
los de siempre,
yo,
con el hambre
turbia y la sangre
ciega,
tú,
con ese miedo atroz
a las pequeñas muertes.
madre,
no llores,
qué no ves
que estamos solos,
desde hace
tanto,
tanto tiempo.
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